miércoles, 1 de octubre de 2008


Este gris que pone lluvias en el país de mis manos
cuando rompo entre mis puños los cristales de mi llanto,
no se quien lo pintó....
Ni quien pintó la distancia color pañuelo lejano,
como un ala de paloma que va muriendo despacio, despacio.
Quien me pintó la alegría con una mujer al lado,
color de Dios la ternura de un hijo nuestro en sus brazos.
Quien me pintó esos amigos rojos de vino, azules de canto,
los que destiñó el olvido cuando el vino anduvo escaso.
Quien me pintará la muerte de padrenuestro sy salmos,
cuando me quede a vivir en el color de algún pájaro.
No he de quejarme del negro, del dolor ni el desencanto,
que siempre sirve el oscuro para poder ver más claro.

RAFAEL AMOR