Habia una vez hace mucho mucho tiempo una niña a la que le gustaba reir. Reia a todas horas, en todo momento. Su risa contagiaba a quienes la escuchaban y los hacia sentirse felices, despreocupados. La niña era feliz y lo transmitia a todos por igual.
miércoles, 3 de junio de 2009
EL ESPANTAPATERAS CANARIO
Publicado por Reyes Martell Gonzalez en miércoles, junio 03, 2009 0 comentarios
Etiquetas: DERECHOS, DERECHOS HUMANOS, INMIGRACION
Suscribirse a:
Entradas (Atom)