domingo, 28 de junio de 2009

Y LA COMUNIDAD CIENTIFICA SIN PONERSE DE ACUERDO SOBRE ESTOS TEMAS



Hoy toca hablar de realidades cientificamente contrastables y ante hechos constatables cientificamente una solo puede decir: "Bueno, pues vale, será"

La primera de ellas, viene determinada por la comunmente denominada "operacion bikini" que nos descoloca hasta limites insospechados (a mi sí, y no mientas y digas que a ti no te preocupa). En estas fechas en las que sacamos del armario la ropa que hace seis meses no usamos comprobamos como se producen dos hechos aun sin teoria cientifica aceptada por la comunidad internacional. Por un lado, apreciamos como nuestra ropa ha sufrido un proceso de "encogimiento" derivado probablemente por haberla dejado abandonada durante tanto tiempo (ya sabemos todas que la tristeza por el abandono encoge), de esta manera, pese a que estamos estupendas y en linea desde el verano pasado, extrañamente, el vaquero aquel cortito y que tan bien te sentaba, no entra de ninguna manera (ni calzador, ni crema hidratante, ni las fuerzas del orden) Por otro lado, al proceder al rutinario pesaje veraniego, propiciado por el extraño suceso antes descrito, apreciamos como la ropa de verano, pese a ser de natural mas ligera, pesa muchisimo mas que aquel abrigo de cachemir que usamos el invierno. De esta manera, aun a pesar de que la ropa encoge, pesa más. Como es esto posible?? sigo estudiando una explicacion.





Otra de estas verdades. Veamos lo que sucede ordinariamente cuando un hombre de, digamos, cincuenta y largos tiene una relacion con una chica de, pongamos, veintipocos. Vemos en muchos casos a señores luciendo con descaro barriga, calvicie incipiente y vista cansada (la calvicie puede verse sustituida en este caso por cabeza afeitada, la panza no) aun a pesar de tener a su lado una niña monisima y jovencisima (yo sigo sin entender por qué). En cambio, veamos con objetividad el asunto cuando es la mujer la que tiene una pareja de menor edad: las visitas a la peluqueria se hacen si cabe mas frecuentes; la busqueda de la faja perfecta es una odisea, porque tiene que ser comoda, taparlo todo y que no se note; evidentemente se acaba cualquier tipo de actividad sexual con la luz encendida...ya lo ha explicado Maitena mejor que yo, asi que a lo dicho me remito. Y por qué?? Otra cosa que sigo estudiando con ahinco.

Afortunadamente no me da por pensar en estas cosas muy a menudo.

Besos rosaditos