VIVIR SIN ADJETIVOS
Que seas mi ancla en la realidad
Mi toma de tierra, mi conquista.
Como nunca, como siempre.
Que las palabras se me atoren
Que pasen de perras, de negras,
A gatos, a ratos, a gatas.
Dejaré de ser l’ombre de ton ombre
Para convertirme en un Peter sin mallas
Como tú paseando desnuda por la recámara,
Con tus pies pintados
Tu pedicure française
Tu cabello mojado
Tu olor.
Volveré a pedir perdón,
A dar las gracias.
Si esta era la tierra prometida
Prometo.
Si he de blasfemar,
Romper cánones, violar tradiciones,
Doncellas, matar dragones,
Romper cadenas de fantasmas
Pasados
Que nos anillaron
Y permiten esta unión sin trabas,
Con trova, sin tregua
(sin ton ni son, a veces).
Disculpa que me pierda.
Te declaro culpable siendo juez y parte.
Y por partes, poco a poco,
Cada día y, sobre todo,
Cada noche,
Prometo dejar clavada
Mi pluma
Entre tus alas.
Y perdóname por haber tardado tanto:
Andaba de antros con esa cosa que llaman vida
Mientras mi vida estaba esperando
A la vuelta del mar.
Pero, tranquila, no te muevas,
No pasa nada, cierra los ojos
Y recuerda, sueña, sabe que,
Si pudiera decir lo que quiero,
Tampoco lo diría,
Que si pudiera encontrar el adjetivo preciso
Llevaría tu nombre,
Y la gramática sería un fetichismo más.