jueves, 12 de marzo de 2009

LA VIDA ES UN SUEÑO DE COLORES

Erase una vez, como empiezan los cuentos.

Siempre me han gustado los cuentos. Esos bonitos, con final feliz, porque, sinceramente, reconozcamoslo: a quien no le gusta un final feliz?? Por mucho que los años y las cosas nos vuelvan cínicos, en el fondo nos gustan los finales felices. De esos en los que el príncipe llega en su caballo blanco y hay flores, y música de violines, y corazoncillos flotando en el aire... O de esos otros en el que el malo malisimo que ha estado fastidiando durante toda la historia al bueno buenisimo recibe su merecido (sea lo que sea lo que signifique eso para cada uno de nosotros).

A veces recordamos, yo lo hago, no se tú, ese momento de la infancia en que mirábamos las cosas con ilusión e inocencia. Cuando nos creíamos los cuentos, cuando creíamos que de verdad esas cosas pasaban y nos enfadábamos cuando nos decían lo contrario. De hecho todavía lo hago, que carajo!! No me parece de recibo que por el simple hecho de cumplir años se nos niegue el derecho a la inocencia. De hecho creo firmemente que, si a muchos de nosotros nos inspirasen esos sentimientos infantiles las cosas serian distintas, muy distintas.

Por eso reivindico el derecho a soñar, a pensar que si es posible aunque las leyes de la física, los cínicos que nos rodean y hasta la ONU digan lo contrario, Reivindico nuestro derecho a ver las cosas en color de rosa, y a no permitir que nadie nos diga que no puede ser, que es una ilusión, porque ya lo decía el poeta: los sueños, sueños son, pero los mios me los quedo por que me da la gana.

Un saludo rosadito y soñador (que no somnoliento)