martes, 23 de octubre de 2012

Cuando manifestar tus ideas se convierte en ilegal....

Esta tarde hay convocada una nueva concentración en torno al Congreso de los Diputados con ocasión del "debate" sobre unos presupuestos del estado que sabemos ya aprobados de antemano.
No voy a dar aquí mi opinión sobre lo que me parece o no la Convocatoria y el rodeo del congreso, pero si sobre la limitación de facto de lo que no es sino un derecho fundamental de todos los españoles.
Los mismos actores políticos que consideran nuestra Carta Magna como las tablas de la Ley del tan nombrado Moisés de su Biblia, que consideran que la misma es intocable, inamovible y fuente de toda sabiduría, no dudan en pasársela por salva sea la parte cuando lo que en la misma se establece como derecho fundamentalísimo no les interesa.
Por supuesto, nada que decir sobre el reconocimiento constitucional a una vivienda digna; a un trabajo; a la redistribución de la riqueza del estado o a la obligatoria contribución de todos los ciudadanos al estado mediante el pago de impuestos...esto no es importante, por lo visto. Esto, como estamos viendo por las manifestaciones de miembros del Gobierno y sus acólitos, tampoco sucede con el fundamentalísimo derecho de manifestación o de libre expresión de ideas, pensamientos o creencias. Por supuesto!! como iba a ser de otra manera?? Existe el derecho, eso es evidente, no pueden eliminarlo directamente y eso les escuecen, pero quieren y pueden "modularlo", eufemismo de "te lo quito porque me da la gana": La convocatoria de manifestaciones por redes sociales, se criminaliza sobre la translación de la responsabilidad de lo que pudiesen hacer unos cuantos, a todos los convocantes de la misma, sin paliativos, se personaliza y se hace responsable de lo que haga un trastornado de Valladolid, a alguien como yo, de Las Palmas, que ha publicado en su perfil de Facebook la convocatoria de una movilización; Se responsabiliza directamente, e incluso se sanciona, a Juanito, del barrio de Lavapiés, por lo que, durante el 25 de Septiembre hizo Manolito, policía nacional infiltrado encapuchado con banderita rojinegra; Se reinterpreta el contenido de la Ley Orgánica reguladora del derecho de manifestación y reunión al gusto particular del que se sabe con la capacidad suficiente para hacer lo que le da la gana los próximos tres años, y aquí no pasa nada....no le chirría esto a nadie?
Pero, claro, siguen diciendo que ellos no hacen nada, que la constitución reconoce un derecho....Pero no se te ocurra reunirte sin someterte a sus condiciones!! Vaya a ser que se diga, con la ligereza con que lo hacen, que tu manifestación es ilegal. Incluso lo decían cuando la convocatoria estaba notificada debidamente a la delegación del gobierno!!
Pues bien, señores míos, YO soy ilegal...YO soy una delincuente...Si volvemos a institucionalizar las condenas ´por motivos ideológicos, ya actuaremos en consecuencia. Yo aquí estoy, no me escondo.

lunes, 22 de octubre de 2012

HASTA CUANDO

Me sigo preguntando, cada día con más intensidad, hasta cuando la sociedad española va a tolerar la situación que estamos viviendo, Cuando leo cosas como que somos una especie de experimento sociológico que viene a estudiar cuanto sufrimiento estamos dispuestos a soportar, me enervo. Cuando escucho comentarios sobre lo peor que aún podríamos estar, me enervo y cuando veo que no hay luz al final de este túnel en el que nos han metido con calzador, me enervo aún más.
Un somero análisis de la actual sociedad española nos hace ver que, cada vez con más fuerza, las posturas "inútiles" se radicalizan; los medios que nos exponen son ineficaces y las soluciones que se nos presentan, inexistentes. Y ante esto, que hace nuestra "clase política"?? Unos gobiernan por decreto, en consejo de ministros, sin discusión parlamentaria alguna, lo que a mi juicio se parece sospechosamente a lo que ocurría en esa dictadura que parece que está feo nombrar, donde Paquito se reunía con su séquito, tomaba las decisiones, las aprobaba y las "otorgaba graciosamente" al resto de los españoles, que debíamos decir amén y, además, estar agradecidos.
 Un presidente del Gobierno que se escaquea cada vez con mayor frecuencia de las sesiones de control; unos Ministros que se ríen de los ciudadanos en su cara y, en aras de la sacrosanta mayoría absoluta, se aferran a la silla como si no hubiera mañana, dejando las protestas ciudadanas que piden constantemente dimisiones a la altura del, también tan nombrado, bono basura (ahora que gustan tanto los palabros económico - mercantiles); unos gestores inútiles, que repiten cansinamente las palabras "prima de riesgo", "objetivo de déficit" y, cada vez en menos ocasiones "crear empleo", para ver si con eso nos vamos acomodando a seguir soportando sodomías gubernamentales sin rechistar.
Una oposición que, en lugar de poner sus tesoros de honor encima de la mesa y decir alto y claro que ya está bien, y con eso conseguir que los ciudadanos nos sintamos, al menos, comprendidos por alguien, hablan en voz bajita y con buenas palabras del "si, pero...." por si acaso los sagradísimos mercados internacionales se asustan y dejan de financiarnos la deuda, cuando lo que deberían hacer es decirle a ese desgobierno que nos controla que, si quieren que no haya inestabilidad en España y así calmar las cosas en esos mercados que tanto miedo nos dan, lo que tienen que hacer es dejar de "hacer lo que hay que hacer y punto" frase que tanto he escuchado que, de solo recordarla, me dan arcadas.
 Una supuesta democracia que, según los medios ultracentristas adoradores de Rajois y compañía, si no nos gusta, podemos cambiar dentro de tres años, votando. Muestra más de que, por lo visto, los que votaron a este Gobierno otorgaron un cheque en blanco que no admite crítica alguna. Si no te gusta, callate, no protestes, no te quejes, espera tres años y vota a otro....vamos, me sigue pareciendo sospechosamente esas "democracias" que llevan escrita la palabra dictadura en el reverso.
Una ciudadanía cada vez más harta; cada vez más pobre; cada vez más asustada, que se sigue tomando la medicina que se nos ofrece como la oblea de las misas de los domingos, pero sin tener ni idea de para que es; cual es su padecimiento; cuanto va a durar el tratamiento y, sobre todo, si el tratamiento es bueno o solo un placebo que nos hacen tomar para esconder las verdaderas intenciones de quien lo administra.
Escribo estas lineas desde la más profunda sensación de hastío y cabreo. Desde la posicion de quien ve que nos aproximamos al límite y que de aquí no puede salir nada bueno. De la, cada vez más intensa sensación de que nos acercamos peligrosamente a una rebelión social sin precedentes...Y realmente creo que eso es lo único bueno que va a salir de todo esto. Ahora bien, sin estar a favor de ningún tipo de violencia, si que creo que hay que tener miedo a personas que ya no tienen nada que perder: Cuando le quitas a una persona su medio de vida, su casa, su dignidad...puedes esperar de ese alguien cualquier cosa porque, como digo, esa persona ya no tiene nada que perder porque ya lo ha perdido todo.