viernes, 24 de julio de 2015

DE VERDAD QUIERES UNA MUJER EN TU PROGRAMA, O LO QUE NO QUIERES ES QUE TE LLAMEN MACHISTA??

Ayer mismo me mostraba un compañero de profesión, con orgullo, el "elenco" del programa de radio en el que participa. Con sonrisa de oreja a oreja, cuatro abogados enseñaban al mundo lo estupendos que eran y que, además salían en la radio. Ni mejores ni peores que otros muchos que conozco, eso si, todo hombres; sólo hombres.

Ese mismo compañero me comentaba que, en el programa, para la próxima temporada, estaban pensando incluir a una mujer (gracias!!!). 

Antes he dicho que los de la foto no eran ni mejores ni peores. He mentido: conozco al menos 10 abogadas mucho mejores que tres de esos compañeros de la foto, para que nos vamos a mentir.

Esa misma mañana había estado con un cliente en los Juzgados. El cliente me comentaba con agrado como casi todos los puestos de funcionariado estaban cubiertos por mujeres; como muchos de los secretarios judiciales eran mujeres; de hecho, comentamos que, a la ultima promoción de jueces que han jurado el cargo debía habersele llamado "promoción de juezAs" por el gran número de mujeres que la formaban. Comentamos también que, en la Facultad de Derecho, la proporción de mujeres estudiantes era con diferencia, mucho mayor que la de hombres.

Pero en ese programa de radio, como en otros muchos foros públicos, solo había hombres. Y la dirección del programa tenía que buscar y rebuscar (por lo visto) para encontrar una mujer jurista para la próxima temporada. De verdad que no se como no les da vergüenza cuando, estadísticamente, ese programa tendría que haber estado formado, en su mayoría, por mujeres.

Y hay quien sigue diciendo que esta no es una profesión machista. Hasta cuando las cifras les quitan la razón: no son más, no son mejores; pero son hombres y a nosotras nos sigue quedando el segundo plano público o el "hueco para que no me llamen machista". A mi si queme da vergüenza, mucha en realidad, seguir viendo este tipo de comportamientos cada día, en esta y otras muchas profesiones, pero quizá es en esta en la que lo noto porque es a la que me dedico.

Y yo te digo: no, no quiero tus migajas; no quiero que me incluyas en un programa para ser políticamente correcto; quiero que mandes al paro radiofónico a esos que seguramente no lleguen a muchas de mis compañeras a la suela de los zapatos y hagas un programa con auténticos buenos profesionales, con independencia de su sexo.


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